La regeneración es el proceso por el que es posible devolver la capacidad total o parcial a la batería. ¿Pero es esto realmente posible? Si, actualmente existe esta tecnología en el mercado, se conoce con el nombre de Desulfatadora HF7
Las baterías son fabricadas bajo un número determinado de ciclos (carga/descarga) conforme van cubriéndose los ciclos y pasa el tiempo, la batería se va sulfatando, siendo la principal causa de agotamiento o muerte prematura de una batería.
La sulfatación reduce la concentración del electrolito y, en consecuencia, el voltaje de la célula también se reduce. A medida que la sulfatación aumenta, lo hace también la resistencia interna y se produce un aumento en la temperatura. Esas temperaturas más altas provocan la pérdida de agua por evaporación. Todos estos procesos culminan en un fallo prematuro de la batería. La continua acumulación de sulfato acelera el proceso de debilitamiento y finalmente se “ahoga” la batería.
Causas que provocan la sulfatación:
1.-Procesos de carga y descarga.
2.-Las baterías no se usan durante largos períodos de tiempo.
3.-Las baterías se almacenan sin una carga de flotación permanente.
4.-Utilización de las baterías en aplicaciones para las que no fueron diseñadas. Baterías de arranque para aplicaciones de descarga profunda y viceversa.
5.-Interrumpir prematuramente el proceso de carga la batería (comúnmente conocido como cargas de biberón). Si cargamos una batería al 90%, el 10% restante del material no reactivado sufrirá la sulfatación.
6.-Las altas temperaturas incrementan la auto-descarga de las baterías.
7.-Niveles incorrectos de carga y de voltaje de carga.
¿En qué consiste la regeneración?
Una de las tecnologías más conocidas y que ofrece los mejores resultados a la hora de regenerar es PBM. Toma como base la rectificación de onda alterna y la generación de impulsos al doble de frecuencia con un ángulo determinado y calibrado del software. El resultado es, la micro fisura de los cristales de sulfato de plomo adheridos en las placas y su conversión nuevamente en materia activa, lo que provoca la recuperación total o parcial de la capacidad de la batería.
Como es lógico, podemos medir los resultados de la regeneración, utilizando una prueba de descarga que es la forma más eficaz de saber el estado de una batería. Este proceso se realiza 2 veces. Una cuando la batería entra en el centro de regeneración, para saber el estado real en el que llega la batería y otra tras la regeneración, de forma que se pueda comprobar y comparar los resultados.
Dependiendo del estado de la batería y de su mantenimiento, aplicando el proceso de regeneración en las baterías, se puede llegar a duplicar la capacidad de una batería o incluso triplicarla en determinadas ocasiones. La regeneración supone la mejor opción para las baterías que trabajan por debajo de su capacidad. Una decisión rentable económicamente puesto que utilizando este sistema se llega a ahorrar hasta un 70% de los costes fijos relacionados con la sustitución de baterías.